Y qué precio le pongo al masaje
Introducción
Debes contemplar tu trabajo no como un trabajo, sino como un negocio. Y trabajar, claro que sí, pero ya no es un sitio al que vas, trabajas y punto. Ahí tienes que pensar mucho y hacerlo de modo que cada cosa encaje en una estrategia y el precio también.
Conocer tu precio/hora puede servirte de ayuda. No acaba ahí, puedes afinar más para alcanzar a conocer el precio de reserva del consumidor y no incurrir en el excedente de consumidor, que es cuando poner un precio inferior al que tu consumidor estaría dispuesto a pagar por lo que ofreces.
Lo imposible: poner un precio a tu servicio.
Qué es el precio. Tal vez deba ser la primera pregunta que nos debemos hacer. Casi siempre, vamos a ofrecer un servicio o vender un producto y nos atemoriza que no vendamos por la cantidad que tenemos en mente, o no lo suficiente. O qué sé yo…
No pensamos que el precio depende de varios factores y ahí nos quedamos atrapados, porque el precio a fin de cuentas, es aquello que nos permite pagar las facturas, y ganar nuestro sueldo, ¿o no?
Mentalidad de empresaria
Cuando das el paso de ofrecer un servicio, te conviertes en empresaria. Eso fue lo que le dije a una mujer que me preguntó por el precio y vi que estaba terminando de adecuar un local para ofrecer sus servicios de masaje y estética.
Pero lo hacía con mentalidad de trabajadora, no de empresaria. Y ahí las cosas cambian, hay que cambiar de mentalidad.
No se trata de ir haciendo el servicio: es mucho más, muchas cosas que a veces nos pilla de sorpresa.
El precio como parte de una estrategia
Debes contemplar tu trabajo no como un trabajo, sino como un negocio. Y trabajar, claro que sí, pero ya no es un sitio al que vas, trabajas y punto. Ahí tienes que pensar mucho y hacerlo de modo que cada cosa encaje en una estrategia y el precio también.
Conocer tu precio/hora puede servirte de ayuda. No acaba ahí, puedes afinar más para alcanzar a conocer el precio de reserva del consumidor y no incurrir en el excedente de consumidor, que es cuando poner un precio inferior al que tu consumidor estaría dispuesto a pagar por lo que ofreces.
Precio/hora
Establecer el precio hora, como digo, es una ayuda; aunque no la respuesta final. Si bien te orienta a la hora de conocer los márgenes por los que puedes moverte (e impedir que te metas en problemas).
Lo primero es ponerte un sueldo; tú eliges (pero sé razonable)
Con el sueldo, haz una lista con todos los gastos, no te dejes ni uno.
Añade un porcentaje para imprevistos.
Añade otro porcentaje para ahorro
No te olvides de los impuestos y seguridad social.
Si lo conocemos, deberíamos incluir el coste de oportunidad
Luego ponte un horario, cuántas horas al día vas a trabajar y qué días. Sumas todas las horas del mes.
Divide la suma total de los gastos por el número de días y te sale el precio/hora.
Si hemos hecho nuestra investigación y conocemos el precio de mercado, podremos saber si estamos por encima o por debajo. Y así tomar decisiones antes de empezar.
Espero que te haya servido de algo este episodio.
Gracias por escuchar y por las valoraciones de cinco estrellas.
No olvides que tienes abiertas las puertas de kaobido, escuela de masaje facial japonés, si te quieres formar en el masaje facial japonés, pero en donde te ayudaremos, dentro de nuestras posibilidades, en estos conceptos de marketing que a veces se nos escapan y hace que montar un centro sea una aventura incierta y llena de baches.
¿Nos escuchamos la próxima semana?
Deja una respuesta