De premios de teatro
Una montaña rusa emocional con el premio de teatro
El día 17 de abril, en Cádiz, se celebró la gala de entrega de premios Max de teatro. Ese mismo día, yo regresaba de un curso de 2º nivel en Barcelona y el viernes anterior, cuando yo estaba yendo hacia el curso, se entró el Maximino de Honor a la Compañía de Títeres La Tía Norica, de Cádiz.
Yo soy el profesor de Kaobido, la escuela de masaje facial japonés, quienes me conocen, y la casi totalidad de mis alumnos saben que soy actor. Además, pertenezco a la compañía de títeres La Tía Norica, con lo cual también me toca el premio. Y no pude asistir a ninguno de los eventos.
Mis compañeros estuvieron allí e hicieron muchas fotos. Vi su contento e incluso la emoción. Vi la entrevista que en una televisión local le hicieron al director de la compañía, en la que no escondía su emoción. Incluso salieron en Andalucía Directo, de Canal Sur, con La Tía Norica y Batillo (los dos personajes más conocidos en Cádiz de nuestro repertorio), por la Alameda Apodaca, si no recuerdo mal y la vista no me ha causado una impresión equivocada.
Barcelona
Un curso, cualquier curso es un carrusel de emociones. Tanto si es un primer nivel, en donde las personas son desconocidas y me enfrento a caras nuevas, inquietudes y preocupaciones nuevas; como si es un reencuentro en los niveles superiores. De una u otra forma, vamos compartiendo cosas que van más allá de las técnicas que quieren aprender.
Se hacen preguntas, que en muchas ocasiones no pertenecen al curso, pero sí a las inquietudes que relacionado con lo que el curso significa, van naciendo en muchas personas.
Y eso es lo que ha pasado en este segundo nivel en Barcelona. Reencuentros, dudas, sorpresas por las posibilidades de las técnicas…
Y, cómo no, perderme por las calles del Eixample, qué bonitos edificios. Aunque, como toda ciudad, y más una gran ciudad, qué ruidosa es.
Y es algo inevitable
Al final, todo se relaciona. Este episodio surge por la marea de emociones de una y otra cosa. Y, pese a que tenía otro tema preparado para esta semana, me he puesto delante del micrófono, sin preparar nada, sólo con la necesidad de contar, echar hacia afuera esto que tenía de viaje entre el corazón y la cabeza. Y aquí está este episodio. Espero que te guste, si es así, dímelo. Y si no es así, también. O dime lo que quieras; ya sabes, estoy encantado de recibir sugerencias.
Hasta la semana que viene.
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