El estrés, ¿realmente es tan malo?
Introducción
Con tantos recursos y tantas técnicas dedicadas a la reducción del estrés, nos vamos haciendo conscientes de que el estrés es el enemigo a batir. Hay que combatirlo, porque el estrés es malo. O… ¿tal vez no?
Un descubrimiento
Tengo que confesar que soy muy curioso. No lo puedo remediar. Y me interesa casi todo y mucho más el enigma de por qué somos como somos, por qué nos comportamos siempre igual y, en fin, todo en cuanto a la naturaleza humana. Por eso descubrir a quien denomino mi Neurólogo de cabecera supuso una auténtica maravilla porque conseguí dar respuesta a muchas preguntas que me rondaban por la cabeza. Me refiero a Antonio Damasio.
La función evolutiva de la emoción
Una cosa muy curiosa, sobre la que Antoni Damasio me puso en la vereda fue que nada en la naturaleza está puesto porque sí; tampoco en nuestra naturaleza. Y, por tanto, las emociones y los sentimientos. Todo tiene una razón evolutiva y una razón de ser.
Entonces, ¿cómo es posible que la naturaleza y la evolución nos haya puesto algo que es exclusivamente negativa para nosotros? ¿Tal vez estemos equivocados?
David servan, en su libro la curación emocional hablaba de que nuestro cerebro reptiliano, tenía un mecanismo para nuestra supervivencia, que provocaba que en situaciones un tanto extremas, nuestro organismo reaccionaba con una respuesta que ahora llamamos estrés.
Recuerdo que en ese libro (te confieso que no sé si me estoy equivocando, porque hablo de memoria), decía que el estrés es una reacción exagerada frente a un estímulo no justificado, puesto que la respuesta está desarrollada para enfrentarnos a un peligro de la selva (o el entorno peligroso en que vivíamos hace unos 12 o 15 mil años atrás.
Acabar con el estrés
De hecho, el libro de David Servan se titula: la curación emocional, como acabar con el estrés, la ansiedad y la depresión sin fármacos ni sicoanálisis.
Sin embargo, no es cosa de acabar con el estrés. Más bien hay que tenerlo bajo cierto control. El estrés en sí mismo no es malo, como casi todo en la vida, es malo su exceso.
Cortisol
Yo creo que quien más, quien menos, ha oído hablar del cortisol. De hecho, se le denomina la hormona del estrés.
Pero, aunque es verdad que el estrés dispara su producción; es interesante conocerla un poco más de cerca.
Entre sus funciones está:
- En el metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas. O sea, que dependiendo de los niveles de cortisol es como tu cuerpo maneja el uso de todo lo que comes.
- Regula los niveles de inflamación en tu cuerpo.
- Controla tu presión sanguínea.
- Equilibra los niveles de azúcar en la sangre (glucosa).
- Controla tu ciclo de sueño y vigilia.
- Eleva la energía para que puedas manejar el estrés.
- Ayuda a equilibrar la sal y el agua del cuerpo.
- Contribuye con la memoria y la concentración.
Es decir, que es muy importante y afecta a muchos órganos en todo el cuerpo.
Cuando el estrés es episódico; es decir, agudo, no pasa nada, incluso cuando se repite mucho el estrés agudo. No es que sea muy bueno, pero lo importante es que el estrés no se convierta en crónico.
Cuando los niveles de cortisol son altos, no de forma episódica, sino constante por causa de un estrés crónico, entonces, afecta negativamente:
1. Sistema inmunológico o sistema de defensas
A mayor nivel de cortisol las defensas bajan, lo que puede derivar en enfermedades respiratorias, alergias, enfermedades autoinmunes como el Lupus, entre otras.
2. Sistema gastrointestinal
La digestión y la absorción de los alimentos se afectan cuando hay demasiado cortisol en sangre. Se produce indigestión, irritación e inflamación de la mucosa intestinal lo que podría ocasionar úlceras, síndrome de colon irritable y colitis.
3. Sistema cardiovascular
El exceso de cortisol aumenta la presión arterial. ¿Las consecuencias? Enfermedades crónicas del corazón, infartos y problemas cardio y cerebro vascular.
4. Cerebro
Cuando los niveles de cortisol suben se hace difícil conciliar el sueño y más aún lograr un sueño profundo. Se produce un ciclo vicioso que deriva en un declive mental, en falta de memoria y de concentración.
5. Sistema metabólico
El estrés es una de las causas del sobrepeso. Los altos niveles de cortisol en sangre y dentro de las células, ocasionan retención de grasa, sobre todo en el área del abdomen, y retención de líquido. Mayores antojos por alimentos altos en azúcar, grasas y carbohidratos. El desequilibrio de azúcar en la sangre crea un mecanismo que podría aumentar el riesgo de diabetes tipo 2.
6. Sistema reproductor
El cortisol elevado podría ocasionar disfunción eréctil, así como la interrupción del ciclo ovulatorio y los ciclos menstruales. Las hormonas sexuales se producen en las mismas glándulas que el cortisol, por lo que el exceso de este puede dificultar la producción de esas hormonas sexuales y provocar infertilidad.
7. El órgano más grande del cuerpo: la piel
Todo lo que sucede dentro de nuestro cuerpo, se refleja afuera, así que la piel se afecta y se produce un envejecimiento prematuro de las células. Piel opaca o grasa, resequedad, descamación, problemas dermatológicos como herpes, psoriasis o acné, incluso en la edad madura.
8. A todos los niveles de órganos y sistemas
El cortisol alto, provocado por el estrés continúo, también pudiera ocasionar el síndrome de fatiga crónica, trastornos de la tiroides, demencia, depresión y muchas otras afecciones.
Control del estrés, control del cortisol
Así que ya sabes: no se trata de eliminar de tu vida el estrés, sino de procurar mantenerlo a raya para que no sea crónico.
Si trabajas en un entorno muy estresante, no debes resignarte. No caeré en la tentación de pedirte o aconsejarte que cambies de trabajo o de entorno. A fin de cuentas, eso no es siempre posible.
Pero sí puedes buscar actividades y cosas que contrarresten ese estrés.
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Y hasta aquí el programa de hoy.
Espero que te haya resultado interesante y si te ha servido de algo, mucho mejor.
Gracias por escucharlo y más aún por tus valoraciones de cinco estrellas.
Recuerda que tus comentarios, preguntas o sugerencias son muy, muy apreciados.
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Un abrazo y hasta el programa que viene, ya en la próxima semana.
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