

Últimamente están proliferando distintos tipos de masajes procedentes de Japón. Por lo general son especializaciones de otros masajes en el cuidado facial. Bien procedentes del Shiatsu, bien del Anma. La efectividad y relevancia de estos masajes están siendo tan importantes tanto en el campo de la estética como en el del bienestar, que grandes empresas de cosméticos lo han incorporado, Shiseido es un buen ejemplo de ello, o incluso llegando a prestarle su propio nombre, como es el caso de Kobido, motivo por el cual en muchas ocasiones se ha identificado casi de forma exclusiva el nombre de Kobido con el Masaje Facial Japonés.
El Ritual Imperial Japonés de Juventud trasciende el simple concepto de masaje para convertirse en una gran experiencia.
Desde el inicio al final de la sesión el tiempo no tiene importancia. Todo es pausado, calmo, tranquilo, imbuyendo a quien lo recibe en un espacio de calma y tranquilidad en el que todo está dispuesto para la desconexión de los avatares de la vida.
Una vez comenzado el masaje, una progresiva y profunda relajación te hará sumir en un estado casi hipnótico e irás sintiendo cómo tu cuerpo se hace ligero, como si flotara.
En el pensamiento oriental, la belleza es un reflejo del estado de salud, por eso el Ritual Imperial de Juventud, no sólo dispone de técnicas para mejorar la apariencia del tejido facial y su firmeza, sino que, de una manera más profunda, procura equilibrar el estado mental, físico y espiritual.
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