El Masaje Facial Japonés
El Masaje Facial Japonés es un compendio de conceptos de la Medicina Tradicional China, que a través de las manos se desenvuelven en los hombros, región cervical, el rostro y el cráneo con una gran variedad de técnicas:
- Fricción
- Amasamiento
- Estiramientos
- Movilizaciones
- Percusiones
- Digitopresión
- Deslizamiento por los meridianos

El equilibrio de la persona

Todas ellas encaminadas a un único propósito: el equilibrio de la persona.
Al llegar a occidente rápidamente se le conoce como un masaje para la belleza. Sin embargo en su esencia está el concepto de salud de la Medicina Tradicional China.
Salud no se debe considerar, en este caso, como ausencia de enfermedad; al menos no únicamente. Para la Medicina Tradicional China, la salud es también bienestar.
En ese sentido el Masaje Facial Japonés, cumple plenamente su propósito ya que proporciona alivio para varios problemas que, en muchos casos, no son estrictamente médicos (al estilo occidental).
La belleza como expresión del bienestar interno
El masaje Facial Japonés es una especialización del Anma
Anma, en realidad, se puede traducir como masaje. Es decir, es una palabra genérica. Anma proviene del Anmo chino y llegó a Japón con todo el conocimiento de la Medicina Tradicional China. Es por ello que no debemos perder nunca de vista la raíz del Masaje Facial Japonés.
- Libera y descarga las tensiones de hombros y cervicales.
- Dulcifica la expresión facial.
- Estimula el tejido del cuello anterior y el facial:
- Mejora el retorno venoso.
- Mejora la circulación arterial periférica.
- Facilita la vascularización.
- Mejora la nutrición y oxigenación celular del tejido facial.
- Provoca efectos neurosedantes:
- Estrés
- Insomnio
- Ansiedad
- Tensión
- Mente hiperactiva
- Bruxismo
- Parálisis facial
- Relajación de la musculatura facial
- Aumento de la producción de colágeno y elastina.
- Mejora del aspecto de la piel y el tacto.
- Limpieza interna del tejido
- Disminución de las manchas de la piel.
- Define el óvalo facial
- Efecto lifting.
El Masaje Facial Japonés no es magia, pero se le parece mucho
Hay muchos tipos y estilos de masaje. Incluso aparatos que proporcionan masajes. De la misma forma, existen diversos formatos y estilos que pertenecen al Masaje Facial Japonés. Todos tienen esa dualidad de beneficiar la salud y mejorar el aspecto estético.
En Kao Bi Do enseñamos tres formatos distintos, que coinciden con los niveles en los que enseñamos el Masaje Facial Japonés. Todos son el Masaje Facial Japonés, lo único que los separa es la profundidad y variedad de los efectos así como el número de técnicas empleadas.
Método básico de rejuvenecimiento
Secuencia básica (30 – 35 minutos)
En el primer nivel, las técnicas que se estudian son las del trabajo sobre el cuello anterior y unas pocas técnicas de estimulación general y básicas en el rostro lateral. Luego en la «T», buscaremos reducir las posibles tensiones, además de trabajar un tsubo (24 VC) que proporciona una sensación de relajación generalizada, además de liberar la articulación temporomandibular. Realizaremos unas sosegantes manipulaciones en la región anterior de la oreja lo cual nos sedará aún más, para luego volver a la zona central y trabajaremos los labios, la nariz y ya en la frente sentiremos una auténtica detención de los pensamientos con lo cual el masaje habrá finalizado.
Una vez acabado el masaje propiamente dicho, realizaremos un sencillo pero muy metódico drenaje facial extraordinariamente delicioso y que facilita la eliminación de bacterias, células muertas y toxinas.
Método superior de rejuvenecimiento.
Nivel Avanzado (50 – 60 minutos)
A las técnicas y efectos del nivel básico, se une el trabajo de amasamiento de la región cervical. Ello nos proporciona más posibilidades para alcanzar el objetivo de disolver las tensiones cervicales y de hombro.
En el rostro, se despliega un amplio repertorio de técnicas tendentes a soltar la musculatura facial y proporcionar tonificación, obteniendo un resultado de evidente lifting.
El aspecto y los efectos son más profundos y evidentes que con las técnicas de la secuencia básica.
Ritual Imperial de Juventud
Técnicas de equilibrio energético (70 – 90 minutos)
A las técnicas ya vistas, se unen las más evidentemente orientales; el trabajo con los meridianos y los puntos de acupuntura.
Una vez preparado el tejido facial: músculos, fascias, sistemas nervioso, linfático y sanguíneo, y una vez logrados una mejor nutrición y oxigenación, pasamos a una fase más sutil y no menos poderosa: la digitopresión facial.
Trabajando el recorrido de los meridianos y los tsubos que a su camino nos encontramos, nos aseguramos un óptimo flujo de bioenergía (Ki) lo cual favorece y profundiza todo el trabajo anterior de reafirmación del tejido facial: definición del óvulo facial, reafirmación de los pómulos y disminución de pequeñas arrugas así como una evidente mejora de la calidad de la piel en cuanto a brillo, tersura y sensación de piel fresca. Con el flujo de energía se busca la mejora de la salud de la pial, lo cual convierte el masaje, sobre todo la fase de digitopresión e una gran ayuda en el tratamiento de algunos problemas faciales como
- la cuperosis,
- la rosácea,
- el acné,
- la neuralgia del trigémino,
- parálisis facial,
- cefaleas y
- migrañas tensionales, etc, etc.
La sutileza de esta fase, tan hipnótica y sosegante, provocan un estado de quietud tanto física como mental.